El éxito de un tratamiento dietético radica en hacer sentir al paciente que no está sometido a una dieta restrictiva y distinta a lo que normalmente él acostumbra a comer.

Por  este motivo se trata de respetar lo máximo posible sus gustos y costumbres, aprendiendo él mismo a organizar sus menús y a manejar su dieta haciendo las equivalencias correspondientes para compensar los posibles excesos que haya podido cometer.

El objetivo es adquirir una pautas alimentarias que sean constantes para lograr así un estado de bienestar fisico y psicológico que perdure en el tiempo.

No se eliminará ningún tipo de alimentos. El paciente aprenderá cómo se debe componer su dieta sin eliminar ninguno de ellos. La prohibición sólo conlleva a un aumento de la ansiedad y una falta de control en el hecho de cuidarse.